Cómo afecta el cortisol a mujeres con SOP
Feb 07, 2021
Hay que tomar en cuenta que cuando una hormona se encuentra en desequilibrio afecta a todas las demás, y que todos los aspectos de tu estilo de vida influyen en como funciona tu cuerpo.
En este artículo quiero presentarte a la hormona del estrés: el cortisol.
Antes de hablar de cómo puede afectarte un desequilibrio en tus niveles de cortisol, quiero contarte la importancia que tiene esta hormona y por qué es indispensable para nuestro cuerpo.
El cortisol es producido por las glándulas suprarrenales y es liberado como respuesta a diferentes circunstancias que ocurren a lo largo del día como despertar en la mañana, realizar ejercicio o lidiar con estrés.
El cortisol se libera de acuerdo al ritmo circadiano del cuerpo. Se libera del 50 al 60% unos 30 a 40 minutos después de despertar y los niveles van disminuyendo durante el día.
El cortisol puede salvar tu vida. Imagina que estás en una situación de peligro: hace miles de años podía ser un animal atacándote, ahora podría ser una persona que quiere hacerte daño o un coche que está a punto de atropellarte.
Cuando tu cerebro percibe este tipo de peligro, la producción de cortisol aumenta y se activa la respuesta "fight or flight" (pelea o huye). En este momento, tu cuerpo está preparado para realizar cualquiera de estas dos alternativas, pero para esto necesita grandes cantidades de energía.
Por un lado, el cortisol aumenta la producción de glucosa para que puedas obtener toda esa energía y por otro disminuye funciones que no considera indispensables en ese momento para concentrar tu energía en pelear o escapar.
Entre estas funciones se encuentra la digestión, la fertilidad y funciones de defensa relacionadas con el sistema inmunológico, entre otras.
Cuando el estrés está presente en casos puntuales, el cuerpo es perfectamente capaz de lidiar con los niveles elevados de cortisol.
El problema viene cuando el estrés está presente todo el tiempo y la liberación de cortisol en exceso se vuelve continua.
En nuestros días esto es algo cada vez más común: estrés por el tráfico, la pandemia, el trabajo, problemas familiares e infinidad de situaciones que si no abordamos de manera adecuada, nos hacen permanecer en un estado de alerta y estrés constante.
Cuando el cortisol se encuentra en exceso aumenta el almacenamiento de grasa y se ralentiza el metabolismo afectando los niveles de hormonas tiroideas, promoviendo la inflamación y aumentando los antojos.
Cuando el cortisol se encuentra elevado junto con niveles altos de insulina el cuerpo se convierte en una máquina de almacenar grasa.
Los niveles elevados de cortisol hacen que tu cuerpo libere mayores cantidades de glucosa (recuerda que para tu cuerpo el cortisol elevado es una señal de peligro y necesita energía para escapar o pelear).
Por otro lado, el cortisol inhibe la producción de insulina tratando de que la glucosa no se almacene para que se pueda utilizar de manera inmediata, lo que la mayoría del tiempo no ocurre (estar estresado por el tráfico o el trabajo no suele generar mucho gasto energético :S), y esto genera mayor resistencia a la insulina.
En cierto punto, los niveles elevados de glucosa hacen que el páncreas libere más insulina (recuerda que la insulina es la hormona encargada de introducir la glucosa a las células y almacenarla en forma de grasa).
De esta manera se crea un círculo vicioso en el que tu cuerpo, al presentar niveles de cortisol elevados, libera más glucosa, se genera mayor resistencia a la insulina y al final se detona igualmente la secreción de insulina y por lo tanto mayor acumulación de grasa.
En el caso del síndrome de ovario poliquístico, estudios revelan que las mujeres con SOP generan más cortisol que las mujeres que no presentan esta condición, por lo que es necesario tomar esto en cuenta a la hora de diseñar un tratamiento.
Hay muchas situaciones que pueden causar estrés y, por lo tanto, elevar los niveles de cortisol. Entre ellas:
- Realizar demasiado ejercicio aeróbico de alta intensidad (40 minutos o más aumentan los niveles de cortisol por hasta 48 horas después del ejercicio)
- Dormir muy poco
- Problemas gastrointestinales, como infecciones
- Consumir alimentos a los que eres intolerante, de manera continua
- Realizar dietas restrictivas
- Consumir muy pocos carbohidratos
- Tener un desequilibrio en los niveles de glucosa en sangre
En muchas ocasiones, los intentos para perder peso, se basan en dietas excesivamente restrictivas, muchas veces sin carbohidratos. Acompañadas con un exceso de ejercicio, cafeína y falta de sueño.
Tu cuerpo necesita alcanzar el equilibrio hormonal y hay muchos factores involucrados para poder lograrlo.
Imagen: Julia Marchalant
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